La burla después de las elecciones judiciales

Tras La Verdad, por Héctor Parra Rodríguez

Lunes 2 de junio de 2025

En la mañanera de este lunes, la presidente Sheinbaum y su Secretaria de Gobernación, se burlaron de todos aquellos que acudieron a votar el día de ayer.

Sí, para estas funcionarias la jornada electiva fue “ejemplar, México ganó y ganó la democracia”; “la ciudadanía se interesó y se puso a estudiar, hizo todo un ejercicio de revisión y con conocimiento y conciencia emitió su sufragio”, dijo Rosa Icela ¡Ah, bárbara!

A pesar de haber dejado múltiples pruebas, evidencias, así como testimonios del segundo mega fraude electoral, el oficialismo festeja una elección plagada de irregularidades, sustentada en una escuálida participación electoral; ello sin contar el gran porcentaje de boletas anuladas, lo que hace disminuir el “valor del triunfo electoral”, que irracional y democráticamente festejan los morenistas.

Quedará registrado en la historia la “elección del acordeón”.

Claro, aprovechan la mediatización para distorsionar la verdad de los hechos, dado que muchos medios de comunicación simplemente replican las mentiras oficiales, además de darle prioridad a entrevistas de personajes del oficialismo.

Y, cuando pierden, como en el Estado de Durango donde concurrieron elecciones municipales, reclaman fraude electoral. Ese sí es cinismo puro. Fue lo primero que se le vino a la cabeza a la señora presidenta de Morena, reclamar fraude electoral. Sinvergüenza. No les gusta perder. En Veracruz, también hubo elecciones municipales; van adelante; bueno allá no reclaman fraude. Pero, perdieron terreno a pesar de la abierta intervención de la delincuencia y carretilladas de dinero, también hubo pruebas documentadas de las carretilladas de dinero; eso sí, los delincuentes de los Yunes también perdieron presencia y fuerza; bajaron sus porcentajes en los triunfos.

Lo cierto que la enorme mayoría de las y los mexicanos dieron la espalda a la burda y tramposa elección de Estado. Según el INE, la participación ciudadana alcanzó el 13% de una Lista Nominal de Electores de 98 millones, 468 mil, 994; en el entendido que el Padrón Electoral supera esa cantidad de electores. 89% del electorado decidió no avalar las elecciones judiciales ¿Por qué entonces el festejo democrático? Es una burla.

¿Cómo avalar un proceso electoral en donde en algunos distritos electorales -circuitos judiciales- solo participó uno un candidato?

¿Cómo puede celebrar la Secretaria de Gobernación, la periodista Rosa Icela Rodríguez y su presidente Sheinbaum, el raquítico resultado electoral? A pesar de la abierta participación del gobierno federal y gobiernos estatales, perdieron.

Es una burla la afirmación: “la ciudadanía se interesó y se puso a estudiar, hizo todo un ejercicio de revisión y con conocimiento y conciencia emitió su sufragio” ¿Cómo? El gobernador de Puebla dejó evidencia al consultar el acordeón para poder votar, dado que no conocía los nombres de las y los aspirantes a impartidores de justicia; simplemente tenía que cumplir con lo ordenado; lo mismo el esposo de la presidente de la República, así como AMLO. O ¿Acaso esos personajes no estudiaron ni se interesaron como lo dijo la Secretaria? Tuvieron que asistirse del “acordeón oficial” para saber por quién votar.

A pesar de la operación política de los partidos de Morena, PT y Verde Ecologista, que se desempeñan como uno solo, más el respaldo de los gobiernos morenistas, no alcanzaron la cifra anhelada, que rondaba el 20% de participación; así que la misma periodista tuvo que irse a la elección que menos participación ha tenido del electorado, como referencia para justificar su “triunfo”, aquella en la que AMLO pretendía, por medio del referéndum, la permanencia en el Poder, que apenas alcanzó el 7% de los electores. Y así festejan el “triunfo” ¿Cuál democracia participativa? Insisto, es una burla al “pueblo” que acudió a votar.

Y hablando del “pueblo” al que tanto aluden en la retórica los oficialistas para sustentar sus tropelías políticas, dado el resultado electoral, se puede concluir y afirmar que el “pueblo” que les respalda es una minoría manipulada -con sus excepciones seguramente-. Es pues un gobierno de fantasía apoyado en los instrumentos constitucionales a modo y leyes que les dejaron los neoliberales.

El relato oficial, además de lo comentado, lo sustentan en que, México es el único país en el mundo que llevó la democracia a la justicia.

Ignoran supina. La justicia no se apoya ni se aplica en democracia. Para su impartición se sustenta en la interpretación de la Constitución, leyes vigentes, Tratados Internacionales, jurisprudencia y amplios conocimientos en la materia. El oficialismo confía en la ignorancia y retórica que reproducen los medios de comunicación “a modo”; no hay derecho a réplica en el mismo plano.

AMLO destruyó la democracia y el sistema de justicia en México, apoyado de los cuatreros de sus secuaces.

Con toda la estructura judicial a modo, ya nada les preocupará. Jueces (as), magistrados (as) y ministros (as) respaldarán a las autoridades antes que a las y los ciudadanos en la búsqueda de justicia.

La mayoría de los juicios de amparo se perderán, como hoy lo hace la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que dicta una que otra resolución favorable a quienes reclaman violaciones de derechos humanos por parte de las autoridades; la enorme mayoría de las quejas son en favor del gobierno. Así se aplicarán las autoridades judiciales “electas por el pueblo”. Si no obedecen, para eso estará el Tribunal de Disciplina Judicial, los enjuician y despiden, en caso de franca rebeldía y desobediencia, peor aún, los pondrán a disposición del Ministerio Público, el cual también es controlado por el Poder Ejecutivo Federal.

Solo 13 de cada 100 electores acudieron a votar y un buen porcentaje de ellos, al parecer superior al 2% anularon sus boletas, lo que reduce aún más el alarido “triunfo de la Cuarta Transformación y del Segundo Piso”. Una burla de elecciones como justificación para apoderarse del sistema de impartición de justicia en México y dejarla en manos de pillos e ignorantes, voraces políticos.

¿Qué sigue después de semejante atropello legal y democrático?

Tras La Verdad / Por: Héctor Parra Rodríguez

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